lunes, 10 de diciembre de 2007

Escribir


Lo peor de escribir es que permanece en el tiempo: se puede releer tantas veces como quieras y no da opción a explicarse, al menos no en el momento preciso.

Escribir es como un juego lleno de trucos. Puedes escribir sin plantearte que luego se va a leer. Puedes caer en la tentación de poner lo que piensas que se espera de ti y entonces nunca saldrá bien porque el miedo a no estar a la altura de las espectativas siempre hace qeu no lo estemos.

Hoy trataba de escribir sobre una serie de sensaciones, sentimientos qeu probablemente no tienen nombre. Feliz y triste a la vez, impotencia que te impulsa a hacer algo qeu sabes qeu no es lo qeu tienes que hacer pero que no te puedes qeudar sin hacer nada. El corazón se abre como una rosa en el preciso instante anterior a marchitarse y a la vez se cierra como un capullo de ese mismo rosal: oprimido, encogido, pequeño.

Daría todos mis pétalos por una sonrisa

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